jueves, 29 de mayo de 2008

Clase del 27/05 - Mitos sobre el alcohol

Hoy estuvimos trabajando sobre los mitos respecto del alcohol. Les copio y pego el texto que trabajamos en clase por grupos:

Mitos sobre el alcohol

Hay muchos mitos sobre el alcohol. Léelos y piensa acerca de ellos.

  1. El alcohol facilita las relaciones afectivas, sexuales y de ligue: El alcohol libera los instintos y debido a eso, la conducta de seducción se vuelve más animal. Esta sensación en cambio, puede no gustar e incluso resultar molesto para la otra persona.
  2. La persona que más aguanta es la que más controla: Cuando se aguantan cantidades grandes de alcohol, es que el cuerpo se está acostumbrando y se está más cerca de una dependencia.
  3. Beber en soledad es malo. Si bebes en grupo no pasa nada: El efecto deshinibidor del alcohol está asociado a la euforia y al descontrol de las emociones. Si bebes en grupo se potencia la euforia producida por el alcohol ya que en grupo todas las emociones están exacerbadas, mucho más que en solitario.
  4. La gente joven es la que más bebe: El consumo de alcohol en la juventud es un problema de salud pública, aunque no más que el consumo de alcohol en la población adulta. En adultos las muertes por consumo de alcohol se deben más a problemas orgánicos y en jóvenes están asociados a accidentes.
  5. El alcohol no es una droga: Sí lo es, porque modifica el funcionamiento del Sistema Nervioso Central, produce cambios en la personalidad y la conciencia, y su consumo prolongado puede crear la necesidad progresiva de consumir cantidades cada vez mayores, para sentir los mismos efectos, y a la aparición de molestias físicas y psíquicas cuando se suprime dicho consumo.
  6. El alcohol es un alimento: No lo es, porque solo aporta calorías vacías, o sea, no tiene valor nutritivo para el crecimiento y mantenimiento de la salud. Además irrita las paredes del tubo digestivo, agota las reservas de ciertas vitaminas e interfiere con la verdadera absorción de los alimentos.
  7. El alcohol es un estimulante: No lo es, realmente es un depresor del Sistema Nervioso Central, pertenece al grupo farmacológico de los anestésicos y sedantes. Primero actúa sobre las zonas del cerebro que tienen que ver con el juicio, el razonamiento, la comprensión y otras altas funciones intelectuales que regulan la conciencia humana, la persona se desinhibe y aparecen emociones, sentimientos y conductas impredecibles, muchas veces inadecuadas, con expresiones de euforia, tristeza o agresividad. Al deprimir otras áreas del sistema nervioso, provoca trastornos en el lenguaje, en el control y la coordinación de los movimientos, y según la cantidad ingerida, se puede llegar a límites peligrosos de intoxicación, coma alcohólico y muerte.
  8. El alcohol es bueno para combatir el frío: No. El alcohol dilata los vasos sanguíneos de la piel y da una sensación de calor, pero realmente la temperatura del cuerpo baja cuando la superficie de la piel caliente entra en contacto con el ambiente más frío que rodea al sujeto. Quien tenga este mito debe saber que los soldados de Napoleón muertos al congelarse durante la invasión a Rusia, fueron precisamente aquellos que ingerían bebidas alcohólicas, pues el efecto verdadero es producir dilatación de los vasos sanguíneos.
  9. El alcohol mejora la sexualidad: No. La acción del alcohol sobre los sistemas nervioso y endocrino interfiere con los centros que regulan la respuesta sexual humana, la producción y acción de algunas hormonas sexuales, lo que puede favorecer la aparición de impotencia sexual, la incapacidad para experimentar el orgasmo y otras alteraciones en el funcionamiento sexual de la pareja, desde el punto de vista físico y el de interacción psicológica. Tal es así, que una pregunta obligada para los médicos que atienden disfunciones sexuales es: ¿tomó usted bebidas alcohólicas antes del encuentro sexual? Esta acción inhibidora fue destacada hace cuatrocientos años en una obra de Shakespeare (Macbeth) donde un personaje comenta: "el alcohol provoca el deseo pero dificulta la ejecución".
  10. Las personas que "asimilan o aguantan mucho alcohol" nunca se vuelven alcohólicas: No. "Aguantar más alcohol" no es motivo de orgullo, sino de engaño. El consumo excesivo y prolongado de esta sustancia va "obligando" al organismo a requerir cantidades crecientes para sentir los mismos efectos, esto se llama tolerancia aumentada y desencadena un mecanismo adaptativo del cuerpo, hasta que llega a un límite en el que se invierte la supuesta resistencia y, entonces "asimila menos", por eso tolerar más alcohol es en sí un riesgo de alcoholización.
  11. Beber alcohol solo los fines de semana no produce daño: El daño que provoca el alcohol depende principalmente de la cantidad que se ingiera o del llamado "patrón de consumo", es decir, la forma en que se hace. No es lo mismo que un adulto sano consuma un par de copas un fin de semana, que un/a joven beba en las fiestas hasta embriagarse. Si se consume a esta edad, todos los fines de semana, en grandes cantidades, se estará en mayor riesgo de hacerlo un hábito, provocando daño a sus órganos, como el hígado, el cerebro.
  12. El consumo de otras drogas es un problema mayor que el consumo de alcohol: Como en nuestra cultura el alcohol es una droga legal, se ha tendido a minimizar las consecuencias negativas de su consumo. Las consecuencias derivadas del consumo abusivo de alcohol son múltiples: violencia intrafamiliar, accidentes de tránsito, accidentes laborales, ausentismo laboral, abusos sexuales, entre otros.
  13. El alcohol daña por igual al hombre que a la mujer: La mujer tiene, en general, menor peso que el hombre y, en consecuencia, el tamaño proporcional de sus órganos es más pequeño. El alcohol contenido en un trago se distribuye a través del agua del cuerpo y es más soluble en agua que en grasa. El hombre tiene un mayor contenido de agua, aproximadamente un 12% de grasa en su cuerpo. La mujer, en tanto, tiene un menor contenido de agua, y un 33% de grasa en promedio. Así, la concentración sanguínea de alcohol será mayor en una mujer que en un hombre del mismo tamaño, si ambos ingieren la misma cantidad de alcohol. Por lo tanto puede generar más rápidamente deterioro de las funciones de la mujer con menores cantidades de alcohol y llegar al alcoholismo más aceleradamente que el hombre. También los efectos del alcohol son diferentes para los niños y jóvenes, provocando más daño que a los adultos, pues están en proceso de crecimiento y desarrollo y sus órganos (cerebro, hígado, páncreas) son muy vulnerables al efecto del alcohol.

Mitos extraños... o no tanto:

  • Al combinar cerveza, vino y licor te pone más ebrio que si tomas solamente de una de estas tres: No porque cambies de sabores te vas a poner más borracho, lo que determina tu estado de ebriedad es el contenido de alcohol en la sangre.
  • Un baño con agua fría y una taza de café te ayuda a ponerte sobrio: Nunca pasa. Nada te puede poner sobrio más que el tiempo. Con el agua obtenemos un borracho limpio y tomando el café solamente eres un borracho bien despierto.
  • Si comes cuando bebes te emborrachas menos: Es un mito a medias. Lo único cierto es que el que come con alcohol tarda más tiempo en apreciar sus efectos que el que se lo toma sin haber ingerido ningún alimento, que apreciaría sus consecuencias de forma casi inmediata.
  • El grano de café: No es efectivo porque el grano de café absorbe el alcohol que se encuentra en la saliva, mientras que el alcoholímetro de los agentes mide el alcohol que está en los pulmones.
  • Salir del coche y ponerse a correr: El ejercicio físico aumenta la velocidad de metabolización del alcohol, pero esto no se aprecia hasta pasadas al menos dos horas. Es bueno hacer ejercicio porque se mueve el corazón, la sangre y orinas más, una de las vías de expulsión del alcohol.
  • Tomar Almax: Este medicamento es un protector de la mucosa gástrica. Evita que algunas sustancias se absorban por el estómago y al igual que ocurre cuando se bebe y a la vez se come algo, retarda los efectos de la bebida. Pero volvemos a lo mismo. Los alcoholímetros miden el alcohol que se encuentra en los pulmones.
  • Masticar chicle: Al producir saliva se ralentiza el proceso que permite que el alcohol pase a los pulmones, pero en una cantidad tan mínima que no altera en nada la medición del alcoholímetro.
  • Ingerir aceite: Retarda la absorción del alcohol, pero no altera la medición que se hace de los pulmones. Tiene efectos laxantes a las dos horas de tomarse unas cucharadas.
  • Beber agua: No tiene fundamento, porque no ayuda a diluir el alcohol.
  • Comer pasto: Es sólo un laxante. No tiene valor alguno.
  • Pasta de dientes: Tampoco tiene ninguna utilidad.
  • Vomitar: Lo único que se consigue es eliminar el alcohol del estómago, pero no el que está en los pulmones.
  • El alcohol con azúcar emborracha más: Falso. El azúcar no altera el metabolismo del alcohol.
  • Beber con sorbete es más embriagador: No es cierto. Sólo que con un sorbete se ingiere el alcohol más rápidamente que sorbo a sorbo de tal manera que los efectos de la bebida se aprecian antes.

Si bebes demasiado...

Aquí te resumimos unos consejos para cuando tú o alguien cercano haya bebido demasiado.

  • Nunca se debe abandonar a una persona que está borracha.
  • Si es menor de edad, avisar a sus familiares.
  • Si está inconsciente, llamar a una ambulancia.
  • Si se queda dormido o dormida, hablarle y vigilarle hasta que llegue a casa o al hospital.
  • Evitar que se enfríe, ya que la intoxicación por alcohol produce pérdida de calor.
  • No se debe utilizar café ni duchas frías.
  • Una vez que el alcohol se ha ingerido no puede ser eliminado por métodos médicos.
  • No se recomienda provocar el vómito. Puede pasar al pulmón.
  • Tumbar a la persona de costado. Si no quiere tumbarse y está consciente, lo mejor es llevarle a casa para que no siga bebiendo.
  • El ritmo de eliminación del alcohol es de 6,7 gramos por hora. Hacer ejercicio o sudar no sirve para reducir la cantidad de alcohol en la sangre.
  • Beber abundante agua antes, durante y después de consumir para prevenir la resaca y nunca mezclar diferentes bebidas alcohólicas.
  • Recuerda que el alcohol tarda en ser absorbido. Por ello, si bebes muy rápido, es más fácil que te emborraches sin pretenderlo.

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